Un buen microondas no solo sirve para calentar alimentos, sino que se convierte en un aliado indispensable en la cocina. Su función principal es el calentamiento rápido, permitiendo que comidas y bebidas estén listas en segundos, ahorrando tiempo y energía. Además, incorpora la útil función de descongelado automático, que permite ablandar carnes, pescados o panes congelados de forma uniforme, sin llegar a cocinarlos accidentalmente. Otra característica esencial es la posibilidad de regular la potencia según el tipo de alimento. Con varios niveles de intensidad, puedes derretir chocolate, calentar una sopa o preparar una comida completa con la potencia justa. A esto se suma el temporizador digital, que permite programar el tiempo exacto de cocción y garantiza precisión en cada uso. Muchos modelos modernos también incluyen la función grill, ideal para dorar, gratinar o conseguir ese toque crujiente que normalmente se logra en un horno. Esto convierte al microondas en un aparato más versátil. Algunos incluso cuentan con menús automáticos preprogramados: solo seleccionas el tipo de alimento (como pizza, arroz, palomitas o verduras) y el microondas ajusta automáticamente el tiempo y la potencia necesaria. En cuanto a seguridad, muchos equipos vienen con bloqueo para niños, evitando usos accidentales. También es común que tengan pantalla LED y controles digitales, que facilitan la navegación por sus funciones. El plato giratorio en su interior garantiza una cocción más uniforme, mientras que el acabado interior, muchas veces antiadherente, permite una limpieza rápida y sencilla.